- Changmin ah
- ¿qué ocurre?
- ¿recuerdas el día en que nos conocimos? – preguntó de la
nada
Dejé de hacer lo que hacías para voltear a verlo. Él estaba
sentado en el sofá con la vista sobre el libro que lo tenia embobado desde hace
algunos días. Yunho no acostumbraba a leer mucho, aunque le dijera a las fans
que si lo hacía.
- por supuesto que no
- …
- Yunho, han pasado nueve años desde entonces – le expuse mi
punto de vista - ¿cómo quieres que recuerde ese día exactamente?
- pero... – hizo un puchero, él sabia que tenía razón.
- ¿tu lo haces?
- fue el… - hizo un gesto pensativo -… fue en septiembre, en
el 2002.
- ¿y el día? – pregunté solo para molestarlo
- … iré por una manzana
- vamos
Min, será divertido – le animaba su madre - ¿crees que BoA este presente en las
audiciones?
- no lo sé
– suspire – ¿porque no vas a un Fanmeeting en vez de obligarme a venir aquí? –
pregunté mirando el enorme edificio frente a mi.
- esa no
es forma de hablarle a tu madre – me reprendió – además puede que te termine
gustando
- no me
gustar cantar
- oh vamos.
Increíblemente
a los pocos segundos mi madre se adentro por los pasillos de la empresa en su
búsqueda por encontrar a BoA dejando sólo en el la sala de espera, ¿pueden
creerlo? ¿qué clase de madre era esa?.
- Shim
Changmin – me llamó un sujeto desde la puerta que daba a la habitación de al
lado – por favor.
Entre
lentamente encontrándome con cuatro pares de ojos observándome fijamente de
arriba abajo mientras se hablaban en voz baja.
- tienes
treinta segundos – me avisó un de ellos después de pedirme mis datos
Comencé a
cantar sin más, después de todo esa audición no era importante para mi, podían
aceptarme y aún así no me uniría. Me
asuste cuando me pidieron cantar con música de fondo, a nadie le habían pedido
hacer eso. De inmediato sonrieron y sin más me nombraron ganador de la
categoría cantantes sin tomarse la molestia de escuchar a los demás chicos que
faltaban lo que me pareció una gran falta de respeto.
Una vez
fuera de la SM y con mi ramo de flores en la mano me dedique a esperar que mi
madre se dignara a aparecer. Teníamos que ir a buscar a mi hermana menor al
jardín pero ella no parecía recordarlo. A lo lejos vi un carrito de helados y
me dirigí a el, tenía hambre pero no llevaba ninguna moneda encima.
- ¿quieres
un helado? – me preguntó un chico de cabello gracioso – mi amigo se tuvo que ir
y me sobra uno – explico extendiendo su mano
- oh
gracias – ese chico era bastante oportuno
En su
camiseta tenía la marca de la empresa a la que recién había audicionado.
Parecía cansado puesto que transpiraba completamente, pero mantenía una sonrisa
en su rostro. Su mira era como la de los súper héroes de la película, muy tenaz
y eso me gusto.
- ¿esperas
a tu novia? – me pregunto mirando el ramo de flores en mi manos
- no,
acabo de ganar un concurso de canto.
- ¿en la
SM?
- entonces
nos veremos en algunos días nuevamente – dijo palpándome la cabeza - ¡ese es mi
bus! – gritó e hizo un gesto de despedida con su mano y comenzó a correr. Sonreí
al ver como casi se cae.
Días
después me llamaron para firmar un contrato no estaba seguro si quería hacerlo
o no pero mi madre me animó tanto que termine cediendo, de todas forma tenía
que volver a firmar otro contrato a la hora de debutar así que no estaba del
todo amarrado. Pasaron los días, semanas y meses pero no lo había vuelto a ver,
por un momento pensé que se había ido de la empresa, pero ese no fue el caso.
Un día
nada especial me lo topé por los pasillos y lo primero que hizo al verme fue incitarme
a irme sino pensaba darlo todo hasta el final. Ese idiota. Él no me recordaba,
pero no tenía pensado lo hiciera, incluso yo debería haber olvidado ese pequeño
incidente pero no pude. Meses después nos anunciaron que seríamos parte del
mismo grupo y descubrí que era así de exigentes con todos.
- pero nunca me retaste solo me aconsejabas – dije en voz
alta, por alguna razón había recordado mi pequeño secreto.
- ¿dijiste algo? – me preguntó Yunho quien había vuelto a
leer
- nada… ¿vamos a dormir?
- bueno – aceptó tallándose los ojos, él tenía sueño pero
nunca se quedaba dormido solo, así que comenzó a esperarme todas las noches
hasta que yo terminara de hacer lo que fuera que hacia.
Yunho me siguió hasta la habitación que compartíamos, la
otra era mas que nada de decoración a pesar de que ropa esta allí. Se quito lo
que traía puesto al igual que yo y se acurruco contra mi.
- Yunho – pose una mano en su trasero
- ¿qué?
- son mis calzoncillos – dije tirando de ellos, él solo se
tapo con la sabana.
Era adorable.
- Changdola – me llamó desde su posición y yo me introduje
bajo las sabanas para verle la cara - ¿qué haremos mañana? Es nuestro día
libre.
- yo solo quiero quedarme en casa – comenté mientras me
acercaba a su cuello y depositaba un casto beso
- Changmin
- ¿qué?
- solo quería decir tu nombre – yo sonreí.
Bese su frente y me voltee para dormir, él como de costumbre
me envolvió entre sus brazos y apoyo su mentón sobre mi desnudo hombro. Pose
una de mis manos sobre la que él tenía rodeándome la cintura. Sentí como besaba
detrás de mi oreja y se aferraba a mi.
Así nos dormimos.
Desperté con el sonido de la alarma de mi celular, eran las
nueve de la mañana, mire al calendario, hoy era el tres de marzo. Sonreí. Yunho
seguía durmiendo a mi lado completamente descubierto de la cintura para arriba,
le baje aún más la sabana, después de todo era su novio y tenía el derecho a
verle lo que quisiera. Aunque Yunho era quien normalmente me tocaba cuando
estaba dormido.
- Yunho – le susurre al oído, pero ni se inmuto – Yunho – insistí
y besé su frente – despierta
- ¿qué pasa? – me pregunto sin abrir los ojos
- vamos por un helado
- déjame despertarme primero.
- tengo para un hora entonces – bromeé viendo como se
sentaba con algo de dificultad
- yo te levanto cuando trabajamos – al parecer no había notado
la broma – hace dos días me diste un manotazo, aún me duele la mandíbula.
- lo siento – me disculpe robándole la mandíbula y él hizo
un puchero – nunca más – prometí besándole aquel lugar, estaba un poco
amoratado, si le había dado fuerte – pero no puedes culparme, estaba
inconciente.
Él sonrío.
- ¿por qué se te antojo un helado? No te gustan
- hoy es un día especial – le dije pasando mi brazo
amistosamente por su hombro – solo come y calla
- siento que si hay un motivo – comento mirando de reojo, y
claro que lo había pero era muy cursi decírselo.
- no hay nada en especial.
Yunho se escondió detrás de una pared mientras yo compraba
los helados, a él le gustaba ser descubierto cuando salía a la calle pero a mi
no, con el tiempo comenzó a esconderse cuando teníamos “citas” que consistían normalmente en un corta
caminata o salida al parque por los alrededores de nuestro edificio. Según él
era porque si nos descubrían tendríamos que volver a casa y quería pasar más
tiempo conmigo.
- dos de frambuesa, por favor.
Abrí mi billetera y la vi, mi pequeña tarjeta, no la había
votado aún, esa pequeña nota venía con las flores que el staff me había
regalado cuando audicione. Tenía la fecha.
Tres de marzo.
Hoy.
- muchas gracias – pague mientras recibía los pequeños conos
de helado.
Yunho estaba apoyado contra la pared mirando el piso sin
prestarle atención a nada más, seguramente le seguía dando vuelta al asunto del
helado, ese cabeza dura. Desde hace algún tiempo me había dado cuenta que mi
compañero era un desordenado, exigente, hiperquinetico y olvidadizo, pero aún así tenía la
intención de pasar mucho tiempo junto a él.
- aquí tienes – le dije asustándolo.
- ¿dos de frambuesa? A ti no te gusta la frambuesa – me preguntó
extrañado
- no había otro sabor – mentí
- ya veo – lo tomo sonriente - ¿nos vamos? Hace demasiado
calor aquí
- volvamos a casa y ponemos el aire acondicionado – el pareció
bastante conforme con la idea – Yunho – le llamé y el volteó a verme. Aproveche para besarlo – tenías
un poco de helado – me excuse avergonzado, normalmente no hacía esa clase de
gestos.
- helado – preguntó levantando un ceja – ya verás cuando
lleguemos al departamento – me susurró con su voz grave acariciando con sus
labios suavemente mi oreja, mi punto débil. Me dio un corto beso y sonrió.
Quería llegar pronto.
Ese chico
había logrado subirse al bus y yo decidí regresar mi vista a lo importante: mi
helado. No le había puesto la atención que se merecía por estar mirando a su ex
dueño, eso era raro en mi.
- es de
frambuesa – dije desilusionado, odiaba la frambuesa con toda mi alma, pero aún
así comence a lamerlo.
Yunho no se había dado cuenta, pero cada tres de marzo yo lo
invitaba a tomar un helado, tal vez algún día le diría el porque.
QUE COSA MAS HERMOSAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA~~~~~~~~~~~~ -tira confeti-
ResponderEliminarme encanto :3 *le sale miel por los poros*
awwwwwwwwwwww q lindo~~~
ResponderEliminarx eso me encantan los fics q escribes!!! son tan tiernos!! se siente el feeling!!!!!! (Y)goood
omg omg omg ........ que lindoooooooooooooooooooooooooo
ResponderEliminarEsta peshoso, tienen razon mucha dulzura.
Menos mal que no me empalago .... XD