Creciendo... junto a ti CAPITULO 1

Allí estaba otra vez ese chico sonriendo como siempre. Lo odiaba. Siempre terminaba viéndolo desde algún lugar de la universidad, no es que yo lo buscara con la mirada o algo así, casualmente la cancha  esta al frente de la sala de biología y su horario y el mío coincidían. Por lo que había sido capaz de observar que él nunca faltaba a clases, y nunca, nunca dejaba de sonreír… y eso me molestaba. Pocas veces en mi vida había podido sonreír como él lo hacia a diario. Una sonrisa completamente sincera.

- Changmin – me llamó Kibum – ponme un poco de atención

- ¿qué pasa?

- este viernes pensábamos salir y pasarla bien un rato ¿te animas?

- ¿pensábamos?

- Minho y sus amigos del club deportivo, tu y yo ¿qué dices?

- mmm – miré por la ventana concentrándome de nuevo en aquel chico – de acuerdo – acepte sin mucho interés.

¿Qué sabia sobre él aparte de que estaba en el club deportivo con Minho? Nada. Por mas que lo mirara nada me era atractivo en él, pero aún así no podía dejar de mirarlo. No parecía estudiar lo mismo que yo ya que nunca me lo había tomado en clase, probablemente fuera uno o dos años mayor.

- por cierto Min

- ¿mm?

- me acompañas a una librería después de clases

- claro.

- genial, nos vemos en la salida – dijo mientras se despedía con uno de sus conocidos abrazos de oso.

Esta era una de las muy poco situaciones en las que me había sentido incomodo en mi vida, normalmente cuando me encuentro por casualidad que alguien que no me importa simplemente lo ignoro, pero…

- Señor ¿va a entrar? – me pregunto una niña de no mas de  seis años.

- no lo se – dude un poco

- al menos quítese de la entrada – dijo molesta.

Me avergoncé. Lo raro era que no fue por lo que ella me dijo, sino por la razón de estar parado allí, fuera de una librería mirando detenidamente al vendedor. De todas las librerías de Corea había terminado yendo a esa.

- con permiso

- oh, perdone – me disculpe dejando que aquella señor entrara

Lo mas sensato era simplemente cruzar la calle y comprar el libro que Kibum quería en la librería de al frente. Si, eso haría, pero… él me había dicho que solo lo había encontrado aquí. Suspire. Mi vida esta tomando un camino peligroso.   

- disculpa ¿necesitas algo? – escuche una voz grave – te he estado observando harto rato, pero no pareces tener la intención de entrar.

Y ahí esta otra vez… esa sonrisa.

- ¿te gusta este libro? – me preguntó mientras me miraba algo entusiasmado

- no, solo lo estoy comprando como un favor a un amigo – explique, pero al ver como ese brillo en sus ojos desaparecía me arrepentí – él no pudo venir porque su novia lo llamo…¿te gusta?  - pregunte sin darme cuenta.

A mi no me interesaba que lo que a él le gustara… solo lo había preguntado por simple educación… solo eso.

- claro que si – dijo energéticamente – sigo este libro desde su primera publicación.

- ¿tan interesante es?

Por alguna razón había comenzado a interesarme en su charla, tal vez gastar unos segundos de mi tiempo no estaría mal.

- por supuesto, créeme cuesta impresionarme – comento mientras pasaba el código del libro en la maquina  - ¿no me crees? – me preguntó con un tono de voz que me dejó helado.

No había nada especial en su voz, solo me congeló, solo con salir de sus labios. Me asusté. No tenía razón para hacerlo, pero lo hice. Él extrañamente parecía tener un poder sobre mi y solo era la primera vez que hablamos.

- ¿por qué debería creerte? – le dije recuperando mi tono de voz cortante.

Siempre hablaba así, incluso con mis amigos, solo cambiaba mi tono de voz a uno aburrido cuando estaba en confianza.

- eso es verdad – susurró algo cohibido y detecte un pequeño sonrojo en sus mejillas, sin duda estaba avergonzado por su atrevimiento – aquí estaba su libro, gracias por venir.

Todo iba bien ese era un simple encuentro casual sin importancia, pero entonces sonrió… y me dí cuenta de porque su sonrisa me afectaba tanto… lo podía notar ahora que la veía de cerca.  

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