A pesar de todos los años nuevos
que he vivido seguramente ese fue el que más recuerdo. Habíamos ido a una
especie de sobre nivel o puente del que nunca había oído antes, pero
habían muchos personas a nuestros alrededor. Changmin me había contado que años
atrás lo había descubierto cuando fue a visitar a su primo, lamentablemente él
se tuvo que mudar y no pudieron seguir visitándolo juntos. La vista desde aquel
lugar era impresionante, los fuegos artificiales se veían en todo su
esplendor.
- técnicamente ya ha pasado un
año desde que nos conocimos - dijo relajado
- técnicamente - reí
Había estado esperando ese
momento desde hace días, después de todo, era mas que obvio para los dos lo que
iba a pasar con nosotros.
- no veo por que retrazarlo mas -
dijo mientras se voltea para quedar frente a mi, cuando un ruido llamo su
atención y miro hacia el paisaje a mi espalda, su cara se descompuso unos
momentos para luego apretar mis manos con fuerza
- ve a mi departamento en taxi y
no salgas hasta que yo te avise - ordeno - te veo luego - dicho eso beso mi
mejillas y camino hacia donde se encontraban unos sujetos vestidos de negro.
Recuerdo haber hecho lo que me
ordeno, me inquietaba saber quienes eran esos hombres que lo acompañaban,
se notaba que sus ropas eran de marca, pero no entendía por que lograron que
Changmin se pusiera tan tenso. Sabia que no eran sus amigos ya que este había
comentado no tener mas de uno.
Pasaron cerca de dos horas sin
tener noticias de ningún tipo. Mi corazón latía con fuerza y mis manos no
dejaban de sudar, cuando un mensaje llego a mi celular: abre la puerta.
Casi corriendo llegue a la puerta, me asegure por el picaporte de que era
Changmin el que se encontraba al otro lado y abrí... lo que vi me dejo sin
hablas.
Mi corazón se detuvo mientras
procesaba la imagen en la entrada del departamento. Changmin estaba
parado frente a mi con un poco de dificultad, su ropa estaba completamente
destrozada, sus mejillas moradas, sus labios estaban inflamados y un pequeño
hilo de sangre bajaba por sus costados; su camisa entreabierta dejaba ver
mas moretones en sus costillas y parte de su abdomen. Reaccione cuando oí un
quejido de su parte, apenas podía sostenerse.
- ¿que ocurrió? - pregunte luego
de recostarlo sobre la cama y comenzar a sanar sus heridas
- no te he hablado sobre algo muy
importante - respondió evitando mi mirada
- si quieres decírmelo, hazlo
ahora - dije mientras tocaba sus costillas para asegurarme que no tuviera algún
tipo de fractura, revise su respiración, pupilas y ritmo cardiaco cerciorándome
de que no fuera a sufrir un estado de shock por lo sucedido y luego lo vende, durante
todo ese tiempo el pareció meditar sobre si explicarme lo sucedido o
simplemente fingir que no había pasado nada.
- ... antes de que mi amigo
muriera él quedo debiendo mucho dinero... un tiempo antes de que muriera le
había dicho a unos mafiosos que yo me encargaría de sus deudas, ya que ellos se
enteraron que mi amigo moriría en poco tiempo y les debía, para ese entonces,
demasiado. Claro que yo me vine a enterar sobre ese acuerdo unos meses después
del funeral cuando se acercaron a mi para decirme los días de pago y de cuanto
seria cada cuota... debo reconocer que lo odie en ese momento, no pude entender
como me hizo algo así cuando sabe que no estoy en condiciones para
sobrellevarlo - su voz mientras relataba lo sucedido parecía muerta - mis padres
me dejaron de apoyar cuando decidí cuidar a un drogadicto, si bien ellos están
en el negocio, ninguno de ellos ingiere lo que venden.. llevo dos años
pagándoles y aun me falta mucho dinero... no se si pueda seguir con eso...
- ¿cuanto falta por pagar? - me
atreví a preguntar
- siete millones - respondió
- ¿por que te golpearon esta
vez?
- me atrasé en el pago,
seguramente pensaron que había escapado al no estar en casa hoy, por eso se
enojaron y para asegurar de que esa idea no pasara por mi cabeza decidieron darme
un lección como dicen ellos.
-... ya veo -musite, era
increíble, nunca hubiera pensado que el estaba pasando por una situación así,
no merecía llevar con el peso de errores ajenos, no él. Comencé a pensar en
como podría ayudarlo, tenia ahorros para poder pagar en esta ocasión, pero no
estaba seguro si el los aceptaría con tanta facilidad.
- ya no me volverás a ver-
murmuro, se veía igual que hace unos meses atrás cuando tocamos el tema por
primera vez
y ahora, no quieres hablarme mas?
- pregunto algo nervioso
-¿ porque dejaría de
hablarte? - lo mire confundido - si no eres drogadicto, yo hablo contigo no con
tu familia - respondí sinceramente
Sonreí él podía llegar a ser
realmente adorable cuando no se lo proponía.
- ¿por que haría algo así? - pregunte y el levanto la mirada sorprendido -
primero dices que quieres pasar toda la vida conmigo y luego me votas al primer
problema que aparece - replique falsamente ofendido - ¿que clase de novio eres?
- si lo piensas, lo mas
inteligente seria dejarme, tu novio solo trata de cuidarte - dijo riendo
- pues mi novio no se da cuenta
que dos personas hacen mas dinero que solo una.
- tu novio ya lo había pensado,
pero no quiere involucrarte con matones - dijo un poco mas serio, aun recostado
en la cama trato de tocar mi mejilla, pero para hacerlo debía inclinarse y
sabia que le dolería por lo que me apresure y me senté sobre él con mis piernas
a sus costados casi a la altura de su pelvis.
- no deberías intentar moverte -
susurre cerca de su rostro - mi novio tiene que ponerse bien - dije mientras
apoyaba mi frente sobre la suya - te necesito en buen estado para salir de
estas, ¿de acuerdo?
- de acuerdo - sonrío, no se
movió ni un milímetro, mantuvo su frente contra la mía mientras rozaba mis
mejillas con sus dedos.
- ahora volveré a colocar alcohol en las heridas, si
para mañana no han sanado en gran medida te llevare al doctor - avise mientras
me incorporaba - además hay que cambiarte de ropa - él se limito a asentir con
la cabeza - ¿tienes algún pijama?
- en aquel mueble - señalo
- de acuerdo, ahora necesito que
con cuidado te saques la camisa - su hermoso, pero maltratado cuerpo
quedo al descubierto - te dolerá - advertí.
- soy fuerte - río - auch
- si súper fuerte - dije
irónicamente
Luego de vestirlo decidí darle un
té y poner algún programa en la televisión para que se distrajera, no quería
que le diera vueltas al tema seguramente habría una forma de solucionarlo antes
de que pasara a mayores. Pero las distracciones no fueron suficientes, luego de
tomar el té comenzó a sentir nauseas y mareos constantes, no se cuan peligroso
puede ser un trauma por golpiza, pero sabia que no se iba a recuperar de un día
para otro, debía estar con el todo el tiempo que estuviera disponible.
- necesito vomitar - anuncio mientras
se volteaba hacia una orilla de la cama
- esta bien – le ayudé sobando su
espalda
Su sistema nervioso se había desequilibrado completamente, debía estar
realmente asustado, pero trataba de esconderlo. Con cuidado me acerque a él y
lo abrace.
- déjalo salir, todo va estar bien - dije mientras colocaba su
cabeza en mi pecho - es humano tener miedo.
En algún momento entre mis
palabras sus lagrimas comenzaron a caer. Y lo ame, como nunca había amado a
alguien. Sus lagrimas me hacían sentir respeto y admiración hacia el, no quería
que pasara por cosas así, era injusto. Sus lagrimas significaban lo fuerte que
el era, lo fuerte que había sido.
- todo estará bien - repetí
muchas veces hasta que se durmió.
Pase toda es noche con él en mi
regazo, extrañamente sentía la necesidad de cuidarlo, de no dejarlo solo, de
que supiera que estaba ahí... para él. Durante mucho tiempo me pregunte por que
toda la gente le daba tanta importancia a estar en pareja, ahora lo entendía.
Cuando desperté él, desde mi
regazo aun, miraba el paisaje a través de la ventana, temeroso, no lo escondía
seguramente por que no se dio cuenta de que había despertado.
- buenas días - sonreí - ¿como
están tus heridas?
- mucho mejor - miro mis ojos
-gracias.
- ¿vamos a tomar desayuno a la cafetería
de la esquina? - pregunte, su cuerpo se tenso al instante, necesitaba que
saliera antes de que no tuviera la fuerza para seguir intentándolo - no
hay nada para preparar, no queda ni café - hice un puchero - ¿vamos? - sonreí,
si lo conocía como creía él no trataría de preocuparme.
- claro vamos - bingo,
pensé
- iré a lavarme la cara al baño.
- claro, te espero.
Se demoro aproximadamente quince
minutos en salir del baño, sabia que esta nervioso, pero decidí no comentar
nada al respecto.
Una vez fuera del edificio tome
su mano y entrelace nuestros dedos, su cuerpo se relajo un poco, pero aun se
mantenía alerta y miraba a cualquier hombre con vestimenta oscura, seguramente
era su primer encuentro de esa forma con ellos.
- nos trae dos café con leche -
le pedí al mesero
- enseguida
- ¿estas bien? - pregunte, toma
su mano por encima de la mesa - ¿todo bien?
- por que no habría de est--- no
termino de hablar simplemente me miro a los ojos durante un tiempo y suspiro -
¿siempre vas a saber lo que me pasa?
- sonreí
- probablemente
- me tendré que acostumbrar -
dijo mas para si mismo.
- claro que tendrás que
hacerlo!
Durante el desayuno todo fue
normal, parecía cada vez mas relajado, trataba de no mirar alrededor y eso
parecía funcionar.
- quiero ver una película -dijo
Changmin mientras estábamos en el ascensor
- ¿sobre que?
- algo gracioso... algo de
zombies
- es extraño que pienses que son
películas de risa - dije mientras, olvidandome que estaba herido, le daba un
codazo
- hey! ¿eso duele sabes? - se
quejo y yo me sentí culpable, muy culpable y él lo debió notar ya que de
inmediato me abrazo y comenzó a reír - no lo decía enserio.
- no deberías jugar con eso -
murmure
La película era ridículamente
graciosa, primera vez en mi vida que veía una película de zombies y me reía
tanto.
- él es ridículamente inocente -
comente
- si, míralo jajajaja
- es mas que muy ridículo
jajajaja - dije entre risas
Una vez terminamos de ver la película decidimos
dormir una pequeña siesta, como todos los años los días después de
celebraciones la personas parecen verdaderos zombies, gruñen al sentir el dolor
de cabeza como si los estuvieran estrangulando, lamentablemente esa no era la
razón por la que nosotros queríamos descansar.
Hasta ese momento ya no era nada
nuevo verlo despertar a mi lado, me había acostumbrado a sentir su calor cerca
de mi.
- voy a tomar un baño - anuncie -
¿tienes alguna ropa que me prestes? la mía esta hedionda ya que dormi con
ella.
- creo que tengo un buzo para ti,
báñate mientras lo busco
- ok
Después de unos minutos en la
ducha sentí la puerta abrirse y escuché como unos silenciosos paso se
encaminaban donde estaba, me gire y mientras me tapaba y apretaba la salida del
agua para mojarlo completamente.
- ¿que intentas? violador en potencia!
- ¿como supiste que estaba allí?
- tengo un bueno oído
- estoy todo mojado por tu culpa
- me recrimino, sin estar enfadado del todo - deje tus cosas allí,
apresúrate.
Yo me quede riendo en aquel baño
durante un tiempo, era extraña esa forma de convivir tan relajada que teníamos.
Tuvimos que cocinar unos fideos
y un simple huevo ya que la despensa estaba casi vacía, después tendríamos que
salir a un supermercado a comprar sino nos moriríamos de hambre.
Comimos en la
cama mientras veíamos las noticias, entre opiniones y debates improvisados.
Cuando y sin razón aparente, me beso, un casto beso.
- ¿que? - me pregunto - ¿no puedo
besarte?
- no así - dije mientras me ponía
sobre sus piernas.
Primero nos dimos un beso igual
de inocente que el anterior y luego vino otro y otro, cada vez eran mas y mas
apasionados, pero ninguno tenia la intención de llegar a algo mas que besos en
ese momento.
Lo bueno de los años es
que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Sus labios eran suaves y se
movían con seguridad sobre los míos, me invadió una sensación de protección y
tranquilidad que nunca había tenido. Esos besos eran una promesa que no
podíamos decir con palabras. Me separe un momento y le mire.
- ¿que? - dije con la poca voz
que me salio
- nada - respondió riendo
mientras apretaba mi cuerpo contra el suyo.
- te atrapé Changmin – aseguré y
él solo sonrió dejando un beso sobre mis labios.
Te atrapé y tu me atrapaste.
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