Arremetí sin previo aviso a Changmin contra una de las
paredes de aquél callejón a sólo una calle de la universidad, no había sido
capaz de aguantarme por más tiempo, aún no podía digerir completamente todas las
emociones que experimentaba esa mañana. Lo escuché quejarse cuando su espalda
chocó contra el áspero muro pero no me detuve.
- Yunho – murmuró, sorprendido. Una de sus manos viaje a mi
antebrazo derecho mientras mis brazos se cerraron en sus hombros, tal vez
ejerciendo más presión de la necesaria.
- lo siento – dije, acercándome a sus labios. Yo quería
llevar todo con calma, sin embargo, parecía ser el que menos controlaba sus
emociones. – sólo lo haré en esta ocasión… - junté nuestros labios fuertemente,
no quería que ni siquiera el aire estuviera entre nosotros. No entendía a que
venían esas desesperadas ganas de querer sentirlo mío por algunos segundos.
Pensé que se resistiría, pero sólo correspondió aquella
impulsiva acción con mayor entusiasmo de lo que yo pude haber esperado. Tal vez
era culpa del sol de esa mañana, que brillaba como nunca antes, ó el hecho de
que no hubiera nadie cerca en aquél momento. Quizás era culpa de nuestras
siluetas reflejadas en el camino lo que hizo que apenas levantáramos la mirada
nos descontroláramos.
Sentía como Changmin revolvía mi cabello y acercaba mi
rostro al suyo aún más, en ocasiones lo jalaba con suavidad para que le dejara
coger un poco de aire. Nuestros labios se movían en perfecta armonía, como si
lo hubiésemos hecho durante años. Él no quería detenerse ni yo tampoco, pero el
mundo a nuestro alrededor continuaba su curso y bastaron unos cuantos minutos
para que comenzáramos a escuchar voces cada vez más cercas. Sin cruzar palabra
alguna nos separamos, miramos nuestros enrojecidos labios, y sonreímos.
- hay que ir a la universidad – me dijo, en voz baja.
- lo sé – le respondí, sin evitar que una mueca de descontento
se formara en mis ahora delicados labios. – ya te ves más despierto – comenté.
- lo estoy… supongo.
No lo podría afirmar pero sentía que en estos pocos días que
habíamos compartido había visto muchas facetas nuevas de él que cuando lo
observaba a lo lejos, quizás era algo natural, pero quería pensar que Changmin
se mostraba mucho más relajado y transparente conmigo que con la gente que lo
rodeaba hasta ahora. Y eso era algo que teníamos en común.
Cogí la mano que Changmin tenía sobre su vientre y entrelacé
nuestro dedos. Ese fue el único gesto que encontré para decirle que no quería
apartarme de él, pero sólo era una forma bastante suave de demostrarlo.
Supuestamente las personas sentimos miedo cuando las cosas van mal pero yo lo
sentía ahora, cuando toda estaba perfecto. Temía que se acabará.
- vamos – me insistió, apuntado con su cabeza la calle. Yo
asentí con la cabeza, y volvimos al mundo real, al mundo donde habían más gente
a parte de nosotros. Después de todo, sólo había sido un mágico y corto momento
de locura entre ambos. - ¿nos veremos después? – me preguntó sin mirarme.
- no lo creo… - respondí, si tomaba en cuenta que tenía que
ir a trabajar eso no era posible.
- ¿te alegra el que no nos veamos?
- ¿por qué dices eso?
- estás sonriendo mientras me dices que no – obvió él,
frunciendo el ceño.
- no es eso – dije, golpeando un poco su brazo de forma
amistosa – estaba pensando en que tengo que volver a trabajar y no podré… iré a
trabajar…
- ah – Changmin nuevamente escondió su rostro.
- te llamaré – prometí.
- como sea.
Changmin aceleró el paso y estaba a punto de imitarle cuando
mi celular sonó haciendo que me detuviera completamente. Revisé el mensaje que
había recibido algo extrañado, Kibum me preguntaba si Taemin no sabía donde estaba,
al parecer lo había visto entrar a la librería mientras caminaba hacia la
universidad.
“él sabía que iría a la casa de Changmin, ¿pasa
algo?”
Levanté la mirada, miré a Changmin quien se había detenido
unos cuantos pasos más allá y comencé a caminar.
- ¿qué pasa?
- es sólo un mensaje, nada importante. – respondí, aunque
tenía un mal presentimiento.
“Taemin está hablando con tu ex jefe mientras
le muestra un papel, se ve algo molesto.”
Odiaba tener razón.
- Changmin, me tengo que ir. – le avisé, mientras guardaba
mi celular en el bolsillo de pantalón.
- sólo faltan quince paso para llegar – dijo extrañado, no
lo culpo, cualquiera lo estaría.- ¿ es importante?
- si – respondí quedado – te explicaré cuando lo haya
solucionado – le agarré la barbilla con cuidado y besé rápidamente.
Sin más comencé a correr. Si no me equivocaba, el papel al
que se refería Kibum era nada mas ni nada menos que mi carta de despido y conocía
a Taemin desde hace un par de años, era un chico bueno pero impulsivo e
inmaduro, lo más probable era que en estos momentos le estuviera reclamando a
mi jefe el porque me despidió. No quería que lo que Changmin había hecho por mi
se arruinara por su culpa.
- ¡te llamaré! – le grité a Changmin, quién ya estaba
bastante lejos. Pero no estaba sólo, Kyuhyun y Minho estaban a su lado
golpeándole el hombro mientras él trataba de golpearlos. Al parecer nos habían
visto besarnos. Changmin me va a matar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario