Creciendo... junto a ti CAPITULO 23


Yunho´s POV

- ¿qué traes en la bolsa? – me preguntó apenas puse un pie en la habitación.
- pasé a comprar algo para comer – dije levantándola.
- me refería a la otra, la de tu mano izquierda.
- algo que compré en el camino.
- ¿qué es?
- un cerrojo, es de un color cobre – le respondí, dejando la otra bolsa sobre la cama y abriendo la caja que estaba dentro - ¿no es bonito?
- lo es… ¿quieres cambiar la cerradura?
- no, un amigo quería que lo comprara para él – mentí, no estaba acostumbrado a que me interrogara de esa forma - ¿estabas estudiando? – pregunté, al percatarme de todo los libros que estaban en el mesón a un costado de la cama.
- si, el examen de ingreso para la universidad se acerca.
- ¿tienes pensado una en especial?
- quiero ir a la misma universidad que tú – dijo decidido. Y eso me preocupó, Taemin estaba programando su vida para algo que no tenía futuro… un nosotros no estaba en mis planes.
- ¿porqué? ¿tienes algún profesor que te guste que trabaje allí?
- no…yo…
- ¿tú que?
- sólo quiero ir a la misma universidad que tú – sus manos sujetaron fuertemente parte de la ropa de cama – sólo eso…
- entonces no lo hagas – pedí, tratando de no sonar muy duro – saldré en dos años.
- pero…
- ¿crees que la administradora tenga herramientas que me preste por un día? – pregunté tratando de cambiar de tema, no quería hacer que se confesara o algo por el estilo. – las necesito.
- el otro día la vi con un maletín negro lleno de ellas, ¿lo quieres instalar tú? – replicó curioso – ambos sabemos que no puedes armar un cajón básico… - agregó mirándome con una ceja levantada.
- por eso quiero practicar, esto viene con un manual ¿ves?  - dije, sacando un pequeño papel – se lo pedí al vendedor.
- suerte con eso, yo volveré a estudiar. – avisó, mientras se dirigía al mesón y se concentraba en todos esos cuadernos y libros frente a él.

Aquella habitación era lo suficientemente grande para dos personas si sólo tenías una cama, una pequeño guardarropa y un improvisado mesón hecho a medida para aprovechar todo el espacio.

En un principio simplemente vivía yo pero el alquiler se había hecho demasiado caro para el sueldo de un, en aquél entonces, acomodador de libros; para bien o para mal, ahora gracias a mi eficiencia y esfuerzo yo me encargo de todo en la librería y recibo un sueldo doble al no tener más empleados. En aquél entonces recuerdo haber puesto un aviso para compartir la pieza y gracias a que la pensión está bien situado no tardaron en llegar personas interesadas, pero de todas ellas Taemin era mi mejor opción, principalmente por la diferencia de edad entre ambos. Sin embargo, por alguna razón, recientemente he pensado en que sería más entretenido compartir un departamento en vez de una habitación; aunque eso no es el problema sino que no quiero compartir departamento con cualquier persona… sólo con Changmin.

- iré donde la administradora – avisé en voz alta.

La primera vez que estuve en su departamento sentí aquél lugar tan familiar y no lo digo por la decoración, que es bastante sobria, más bien era por la sensación que sentía al ver a Changmin en algún lado o simplemente escuchar los ruidos que hacia mientras caminaba por algún lugar y movía las cosas a su alrededor. Con Taemin no sentía lo mismo, ni siquiera con todos los años que llevábamos compartiendo la habitación.

Cuando compartí la cama con Changmin me sentí como si todos mis problemas si hubieran acabado, como si hubiese llegado a un lugar al que siempre podía regresar, un hogar. Fue tan fuerte ese sentimiento que mis lágrimas brotaron sin control por uno minutos, y yo nunca había llorado delante de nadie. Pero con Taemin es tan fácil fingir que todo está bien, que soy un chico que puede cuidarse sólo, engañándome a mi mismo, obligándome a creer que puedo cuidar de otros. Esa mascara fue destruida por Changmin, y él sólo dormía a mi lado.

- aquí están Yunho – me dijo aquella mujer, mientras agarraba una de mis mejillas y las jalaba con poco delicadeza – ocúpalas el tiempo que necesites, no hay apuro.
- gracias – hice un pequeña reverencia – de todas formas trataré de traerlas lo antes posible.
- esta bien, vuelve a la cama, he preparado pizza para todos así que cuando los llame bajen de inmediato a cenar o los otros huéspedes se quedarán con su parte.
- lo haremos.
- por cierto, deberías avisar cuando no vuelves a dormir – me sugirió preocupada-  Taemin pregunta por ti cada cinco minutos cuando no sabe donde estas, el chico cree que dejas alguna nota o algo – dijo mientras acariciaba maternalmente mi brazo – llámame si no quieres hablar directamente con él – me sonrió y cerró un ojo – yo también me preocupo de todas formas.

Esa mujer había sido como una madre para mi durante todo este tiempo, a pesar de aparentar ser frágil era una mujer realmente segura de si misma y con un gran carácter, de otra forma no podría organizar a toda la gente que hay en este lugar por si sola. Siempre vestía el mismo delantal y ocupaba el mismo peinado, me era extraño verla con alguno de estos diferentes. No sabía si era el lugar o la gente en el que no me permitía verlo como un hogar, tal vez no había una razón válida para no hacerlo, tal vez simplemente no quería que así fuera y por eso me sentía como un simple invitado, un inquilino habitual y nada más.

Quería ver a Changmin. 

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