Simplemente amor ABRIL

17 de abril

Llevó sus manos a su rostro para que nadie viera lo estresado que estaba, pero sabía que aquel gesto era revelador. Tenía un montón de papeles que revisar antes de presentar la campaña de ese mes y otro montón con los detalles de la campaña para el mes que viene, así mismo debía entregar un informe de rendimiento de cada miembro del personal contratado. No podía más.

-Señor Jung – dijo un pasante desde la puerta -, RTS llamó para adelantar la reunión. Quieren que sea este viernes.
-Entiendo, gracias.

Él lo miró preocupado, pero no dijo nada. Yunho ya se había acostumbrado a que sus compañeros de trabajo lo mirasen así, como si tuvieran miedo de que de repente explotara. Incluso Ho Joon tenía un ojo sobre él todo el tiempo. Sabía que se veía acabado, pero no todo era culpa del trabajo.

Se levantó de su asiento y caminó hacia el ventanal para mirar a la calle. En ocasiones eso lograba liberar su mente y recargarlo, saber que no era la única persona corriendo de un lado a otro en vez de estar durmiendo o bebiendo un buen café.

Dirigió su vista hacia la interjección con la calle principal, en esa dirección estaba el bar de aquel chico. No se había atrevido a volver. No después de haber evitado que se fuera de su lado con nada de cortesía, a menos que levantarlo y apresarlo contra la barra antes de besarlo con desesperación se pueda considerar así. Todavía podía sentir en la boca su sabor, lo caliente de su interior y lo bien que encajaba con la de él.

-¿Qué haces? – se sobresaltó al escuchar a Ho Joon. – Llevas ahí como una hora.
-Solo he estado aquí… - miró su reloj – como una hora. Genial. Perdí un tiempo valioso.
- Relájate. Has estado más desconcentrado últimamente. ¿Todo va bien?
- Estamos haciendo todo lo que podemos, pero mi cabeza me está empezando a jugar sucio. – confesó Yunho. - Lo arreglaré.

Y ahí está otra vez esa sonrisa de preocupación en el rostro de Ho Joon.

-¿Cómo vas tú?
- Yo trabajo cuando tu terminas una campaña – recordó -, no estoy haciendo nada, salva hacer un seguimiento de la anterior. ¿Quieres una mano?
-Claro. Puedes ayudarme a revisar si el nuevo presupuesto que me entregaron concuerda con lo que planifique. – dijo, colocando un montón de papeles al otro lado de su enorme escritorio. – Puedes hacerlo aquí. Ten, esta es mi libreta de apuntes.

Ho Joon comenzó a revisar todo en silencio, rascando la parte detrás de su oreja cada tanto sin parecer consciente de ello. Estaba demasiado callado. Sin embargo, Yunho fingió no notarlo para dejar que se relajara antes de comenzar con un sutil interrogatorio. Después de todo, él aún tenía muchas cosas que hacer.

-Escuché que Nixen espera ver el próximo comercial para contratarnos – comentó Ho Joon, mirando los papeles. –. Creo que para promocionar la inauguración de su nueva cadena de hoteles o algo así.

Genial, más presión, pensó Yunho.

-¿Yunho?
- ah
- ¿Qué opinas? ¿Conseguiremos ese trabajo?
- Claro, solo hay que trabajar más.

Silencio.

-Te pasa algo – aseguró, alejando los papeles de Ho Joon bruscamente. –. Dímelo.
- No pasa nada.
- Le preguntaré a Yeon Hee si no me dices.
- No – se apresuró a decir.
-¿Es sobre ella? ¿Tiene algún problema?

Ho Joon bufó con fuerza y refregó sus manos contra su rostro con demasiada fuerza antes de acomodarse en su asiento. De un segundo a otro, apareció un hombre a punto de quebrarse frente a sus ojos. Yunho se congeló. La última vez que vio a su amigo así fue cuando su padre falleció en un accidente automovilístico años atrás; le tomó meses sacarlo de casa, pero poco después Yeon Hee apareció en su vida y todo mejoró. Ahora Yunho temía la respuesta.

-Está embarazada.
-Eso e…
-Es un embarazo de alto riesgo – levantó su vista para encontrarse con la de Yunho -. Si no la cuido como se debe, el bebé puede morir antes de nacer. Y si sobrevive hasta el parto, los puedo perder a ambos – su voz se ahogó en el comienzo de su llanto-. Además, no sabremos si será un bebé sano… No sé qué hacer…
-¿Po-por qué no me lo dijiste? – logró preguntar Yunho.
- Yeon Hee creyó que te estresaría aún más – su sonrisa parecía más una mueca. - ¿No es un ángel?
- Lo es… - rodeó el escritorio en silencio y se detuvo frente a él. – Joon, haré todo lo posible por sacar a esta empresa adelante. No te preocupes. Conseguiré más clientes, seremos mejores que antes, lograré que te suba el sueldo… Lo hará, lo juro.
- Ahora entiendo por qué no quería decírtelo… - Yunho lo miró confundido- Esta no es tu guerra, pero ya la hiciste tuya.
- Lo hago por mis amigos y el bebé de mis amigos, ¿Cuál es el problema? Siempre fui así.
- Lo sé…gracias – dijo poniéndose de pie y abrazándolo -. No le digas a Yeon Hee que te lo dije.
- No lo haré – respondió Yunho en su oído y lo abrazó con más fuerza, entendiendo como la crisis de la compañía estaba poniendo más peso sobre los hombres de Jo Hoon. – Si alguna vez necesitas dinero, no dudes en pedírmelo, soy soltero y no tengo grandes gastos.
-…Serás su padrino.
- Por supuesto, lo sería aunque no me lo pidieras – bromeó. – Vuelve a casa. Le diré al director que me estás haciendo un favor en alguna empresa. Es lo bueno de tener poco personal.
- Gracias – dijo Joon, antes de golpear su espalda y terminar el abrazo.

Yunho lo vio salir de su oficina y caminar hasta el ascensor. Se dio cuenta que todo su equipo fingió no presenciar lo ocurrido detrás de los cristal y se los agradeció internamente. Lo que menos quería ahora era tener que lidiar con chismes.

La imagen del chico del bar respirando pesadamente contra boca cruzó su mente, pero la alejó lo más rápido que pudo. No era el momento. Ho Joon era prioridad. Él estaba ahí, no su Changmin, ni menos un chico que se parecía a él.


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