- Traigan el trabajo terminado para mañana – dijo
nuestra profesora de turno
- si – respondimos todos desanimados. Siempre nos
mandaban a hacer informes horriblemente largos.
Cuando entre a la biblioteca pude ver al chico que
había llamado mi atención anteriormente, lo gracioso era que no estaba
estudiando mas bien dormía sobre muchos libros colocados estratégicamente para
suplir la función de una almohada. Sonreí, ese chico era bastante extraño, yo
nunca me lograba quedar dormido en ningún lugar a excepción de mi cama. Me
acerque lo mas silenciosamente que pude solo para ver su rostro, pero
lamentablemente la suerte nunca ha sido buena conmigo y aquel chico abrió sus
ojos mirándome extrañado.
- ¿estas bien? – pregunté nervioso
- ¿por qué lo preguntas? – dijo cortante mientras
se incorporaba sobre la silla. Gracias a esa acción logré ver que justo debajo
de él estaba el libro que necesitábamos para nuestro trabajo, Bingo
pensé.
- necesito ese libro – señale - ¿me lo puedes
prestar?
- ¿este libro? – preguntó, yo asentí con la
cabeza – yo también lo tengo que ocupar ¿te importaría…?
- … claro – dije sentándome a su lado
Esa fue la primera vez que cruzamos palabras, no
veo necesidad de describir que tan incomodo fue. Debo admitir que a pesar
de que no me he considerado nunca una persona demasiado sociable nunca había
intercambiado palabras en un ambiente tan tenso como esa vez. Él lucía relajado
y tranquilo, en cambio yo parecía tener escrito en la cara la frase sáquenme
de aquí.
El tiempo siguió transcurriendo y ese incidente
quedo en el pasado, pero eso no evitó que nos volviéramos a topar.
Ahora que lo pienso, mi querido lector, no les he
contado nada sobre mi. Me llamo Yunho, mis amigos me dicen… en realidad no
tengo un apodo específico. Estoy estudiando medicina, debo admitir que es un
gran logro para mi haber entrado en esta carrera. Tengo un vida normal y amigos
norm.. no tan normales pero amigos al fin y al cabo.
Volviendo a la historia, nuestro siguiente
encuentro fue literalmente por accidente. Lo explicare de una manera sencilla.
Yo iba caminando por los pasillos de la facultad mientras ojeaba un libro,
razón por la cual no vi al extremadamente alto joven que salió de repente de
una de las salas. ¿Resultado? Yo arriba del pecho de un chico que me miraba con
odio, mientras que nuestros cuerpos se moldeaban en una pose ridículamente
cómoda.
- ¡fíjate por donde caminas! – me gritó - ¿… que
esperas para salirte de encima mío?
- lo siento – me disculpe
- ¡auch! – exclamó tratando de ponerse de pie –
ayúdame a levantarme
- ¿por qué?
- porque tu me botaste – replico
- de acuerdo – respondí desanimado, lo tome de la
mano y jale - ¡si que eres alto! – exclame
- lo se, mido 1.90 – dijo mientras sacudía su ropa
– creo que me torcí el tobillo – murmuro
- déjame ver – dije acercándome a sus pies -… creo
que tienes una esguince
- ¡genial! – murmuro hastiado
- te acompañare al doctor – avise. Me coloque a un
costado de él tratando de suplir a un bastón a pesar de que éramos casi del
mismo porte – trata de caminar.
En ese momento él solo me miro sorprendido, pero
aun así comenzó a caminar. Ahora que lo pienso en ese tiempo yo aun no
conocía su nombre, o al menos no lo recordaba.
Pasamos todo el camino hacia el consultorio en
silencio. De vez en cuando el volteaba a mirarme disimuladamente o nuestras
miradas se topaban casualmente a través del espejo retrovisor de aquel taxi.
¿Se han visto en situaciones donde lo único que
quieres es salir corriendo? Yo me sentía así en ese momento. La enfermera y el
doctor que nos atendieron parecían encontrar muy gracioso nuestro pequeño
accidente y no se molestaban en ocultarlo.
- muy bien – dijo el doctor incorporándose después
de revisar su tobillo – necesitas algunos días de reposo y aplicarse esta crema
en movimientos largos unas tres veces al día.
- muchas gracias doctor –dijo mi acompañante
- bueno, ¿no vamos? – le pregunte, el asintió –
gracias por todo.
Me apresure para ayudarlo.
- ¿no hacen bonita pareja? – le comentó la
enfermera al doctor una vez cerramos la puerta.
- si – se escucho una carcajada desde el otro lado
– la juventud de hoy.
- ¿escuchaste lo que dijeron? – le pregunte al
chico a mi lado
- si, eso creo – respondió - … no puedo creer que
piensen que tengo tan mal gusto
- ¿que quieres decir con eso? – reclame molesto,
nunca en mi vida había conocido un chico tan antipático.
- claramente no eres mi tipo – aclaro como si no
importara - ¿no dirás nada mas? – pregunto después de casi unas minutos
caminado en silencio.
- no te daré el gusto de jugar conmigo – respondí
secamente
Se mantuvo callado sobre el resto del camino a su
casa. Si siempre estuviera callado se vería mas atractivo pensé sin
darme cuenta.
Llegamos a un pequeño, pero bonito departamento.
Nada parecido a lo que pude haber imaginado si tomaba en cuenta lo que decían
de su familia. Ya saben, esperaba calles pequeñas y oscuras de esas que dan
miedo a cualquier hora.
- bueno es hora de que me vaya – me apresure a
decir una vez lo deje sentado en su sofá con los pies sobre la pequeña mesa de
centro.
- gracias – murmuro
- ¿qué dijiste? – pregunte si creer lo que había
escuchado. ¿Aquél chico de personalidad hostil y creída me estaba agradeciendo?
– dilo de nuevo.
- no pienso repetirlo – dijo enseguida. No se si se
habrá dado cuenta, pero su boca había formado un adorable puchero. Parece un
niño caprichoso reflexioné y ese pensamiento me hizo reír. -
¿de qué te estas riendo? – preguntó molesto y eso solo hizo que mi risa se
intensificara - ¡hey! – gritó lanzándome un cojín.
- lo siento – dije - , pero te vez tierno así –
confesé y él se sonrojo - ¡ahora estas mas tierno! – exclame mientras me
despedía con la mano y rápidamente salí de su departamento, aun riendo.
Llegue sonriendo a mi casa, aunque esta desapareció
al notar como había perdido toda la tarde y yo tenia que hacer un trabajo para
el día siguiente, claramente tendría que pasar la noche en vela si quería
salvar el semestre bien.
Al día siguiente parecía un zombie, tenia unas
ojeras que hacían que mi cara luciera mas demacrada de lo normal. Para que
decir que todo el curso lo noto, aunque ellos no se veían muy diferentes a mi.
Al llegar a mi puesto tome el libro de anatomía
para repasar lo que el profesor nos enseñaría en esta ocasión. Normalmente
tiendo a poner los libros delante de mi rostro para no desconcentrarme, habito
que pienso dejar ya que no note que un chico de ojos marrones se sentó, para mi
sorpresa, delante de mi.
- me llamo Max – dijo con tranquilidad - ¿y tu?
-¿estas bien? – pregunte tocando su frente – estas
sorprendentemente agradable, eso es extraño.
- quiero iniciar un conversación normal y eso es lo
único que dices – me reclamó. No supe como reaccionar ante eso, así que opte
por poner el libro frente a mí – no te escondas – demandó quitándome el
libro.
- de acuerdo – suspire -, me llamo Y…
- buenos días alumnos, vamos a comenzar con nuestra
clases. Les recuerdo que desde ahora solo se habla inglés en este salón –
Nuestro profesor se paro frente a la pizarra con esa tenebrosa sonrisa que
solía ocupar cuando algo le molesta – por lo que espero que el señor Changmin
tenga la decencia de voltear a verme antes de que lo mande fuera de la sala.
- ¡shit! – murmuro el aludido para luego suspirar y
voltearse – lo lamente profesor, no volverá a ocurrir.
- eso espero, ok today we going to talk about how…
La clase continuo de manera habitual, debo
reconocer que estudiar en una universidad donde toda y cada una de las materias
son pasadas en inglés es un dolor de cabeza enorme, ¿saben lo difícil que es
estudiar medicina en nuestro propio idioma?
- ¡hey you! –escuche a lo lejos
- ¿eh?
- look at blackboard – repitió esa voz. Abrí los
ojos para mirar en la dirección de donde provenía esa voz, esperen, ¿cuándo los
había cerrado?
- explains the symptoms of spinocerebellar
degeneration.
- The symptoms of an ataxia vary with the specific
type and with the individual patient. Generally, a person with ataxia retains
full mental capacity but may progressively lose physical control - respondió
Changmin en mi lugar, era evidente que manejaba el inglés sin problema
incluso su acénto era casi imperceptible para un oído no entrenado.
- very good! so what causes this disease? Yunho.
- The hereditary ataxias are categorized by mode of
inheritance and causative gene or chromosomal locus - respondí ya que gracias a
la respuesta de Max entendí de que estábamos hablando. Nuestro profesor pareció
satisfecho con nuestras respuestas y continuo con su explicación. - thank you -
dije lo suficientemente alto para que el me escuchara.
- you owe me one... Yunho
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