Creciendo... junto a ti CAPITULO 13

- deberías descansar – sugerí, su semblante sin duda era animado pero sus ojeras me decían que de todas formas estaba casado.

Él me miró sorprendido.

- no es necesario – sonrió – estoy bien – agregó intentando distraerme.

- puede que a tus amigos los engañes con esa sonrisa, pero no a mi – le dije golpeando suavemente su frente con mi dedo.

No sabía porque lo trataba con tanta familiaridad, pero su sonrisa no me evitaba regañarlo, aunque tampoco podía negar que cuando sonrió mi pecho dio un ligero salto. Pero estaba preocupado.

- ¿y si no quiero?- replicó, haciendo un muy infantil puchero – ¡veamos una película!

- claro que no

- pero…

- no

- Changdola

- no me llames así

- de acuerdo – asintió – solo serán una minutos – dijo bostezando, evidenciando lo que yo temía. Esta muy cansado.

Yo sonreí al verme en lo correcto.

Vi como entraba en la recién armada cama sin hacer más comentarios. No tardó más de unos tres segundos en caer profundamente dormido. Con cuidado me acerqué para arroparlo, él sólo se removió cuando acaricie sutilmente su cabello.

Regrese al sofá de la sala principal, en realidad al único sofá que tengo. Tomé el bolso de Yunho, que dejó sobre este, y sin intentar siquiera evitarlo, comencé a revisar su contenido. No había nada fuera de lo normal: un par de apuntes, un estuche, una crema para el dolor muscular y un pequeña libreta. Agarre esta última. Me llamó la atención una pequeña fotografía que sobresalía por el borde. En ella podía ver claramente a Yunho, unos cuantos años más joven, junto a los que supongo eran sus padres.

Noté que en la parte de atrás de esta, había algo escrito suavemente, era un “los extraño”, que seguramente había colocado el mismo Yunho con su puño y letra, tal vez hace algunos años. Me pregunté que historia había detrás de esa fotografía y por un momento roge el tener alguna de mis padres, conocer al menos sus rostros.

Caminé lentamente hacia mi habitación y me quedé parado en la orilla de la puerta. Yunho dormía abrazado a una almohada. Recordé cuando dormimos juntos, él me abrazó toda la noche de la misma forma en que abraza a la almohada en ese momentos, pero ahora noto algo con más claridad. Parece necesitar asegurarse de que hay alguien, o algo, con junto a él.

Al parecer si teníamos cosas en común.

Me recosté junto a él. Llevado por un sentimiento que no conocía, que no había experimentado con alguien antes.

En el momento en que me acomodé, sentí como mi cuerpo era envuelto por un par de enormes brazos. Me deje hacer. Me permití a mi mismo disfrutar de ese contacto, aprovechando que Yunho no me estaba viendo.

¿Cuanto tiempo habría pasado? ¿una hora? Tal vez más. Escuché a mi estomago pedir comida, pero no me moví, no quería despertar a mi acompañante.

Tres horas después el estomago de Yunho sonó y decidí levantarme para preparar algo para comer, no tenía muchas cosas, más que nada era comida instantánea pero nos quitaría el hambre.  

Se sentía extraño preparar comida para otra persona que no fuera yo mismo. De vez en cuando Kyuhyun y Minho venían a cenar, pero ellos se preparaban su propio alimento. Y sin duda esto era diferente, o lo era para mi. Yunho supuestamente era mi amigo, en eso habíamos quedado en aquella noria, pero la forma en que me hablaba, tocaba y miraba, era muy diferente a como lo hacía Minho o Kyuhyun.  Pero debido a mi poca interacción con otro tipo de personas, no sabría como interpretarlo.

- Yunho – le llamé, sosteniendo la pequeña bandeja en mis manos – despierta

- mmm

- preparé algo para comer – insistí, tratando de moverlo con mi piernas, dando pequeños empujoncitos.

- mmm…ya – dijo, sentándose.

Volteó a mirarme ya más despierto. Sus ojos me observaban  y pude identificar como un cúmulo de sentimientos y emociones afloraban de ellos.

Le entendía.

Él seguramente vivía sólo, al igual que yo, pero ahora estábamos frente a frente, yo con un bandeja en mis manos y él esperando a que alguien le entregue un aperitivo después de despertar.

Yo me sonrojé inconcientemente.

Siguiente