Yunho y yo estábamos sentados en el sillón desde hace unos
diez minutos o más simplemente mirándonos frente a frente en completo silencio.
En ocasiones Yunho escondía una avergonzada sonrisa volteando su rostro,
supongo que le incomodaba la forma en que mis ojos examinan cada curva de su
rostro sin tener la decencia de disimular un poco.
Nos habíamos besado durante toda la noche, literalmente.
Nuestros labios habían amanecidos rojos e inflamados, los míos incluso ardían
un poco, pero lo volvería a hacer, sin dudarlo.
- ¿preparo un poco de té? – me preguntó inquieto. Yo me
limite a asentir con la cabeza, encontraba ¿tierna? La forma en que parecía
querer escapar de mi mirada.
A diferencia de nuestra primera noche juntos esta vez Yunho
no lloró, pero se aferro a mi de la misma forma. Y yo, por segunda vez en mi
vida, no tuve pesadillas.
- ¿no tienes una tetera eléctrica? – me consultó desde la
cocina
- no, no me gustan.
- no se ocupar las convencionales – dijo avergonzado,
dejando ver la mitad de su cuerpo por el lumbral de la puerta.
- ¿tienes frío?
- un poco
- ven – le incité, lo quería sentir cerca – siéntate entre
mis piernas – dije, y él no tardo mucho en hacerlo –¿y ahora? – le pregunte
mientras le envolvía con mis brazos
- mejor – respondió pasando su brazo por mi cuello para comenzar
a jugar con mi cabello – un vez me quemé preparando un café y desde esa vez que
no me he vuelto a acercar a esas cosas – contó sonriendo.
Lo había visto actuar de diferentes manera con sus amigos
tanto en la universidad como aquella vez en el parque de diversiones pero nunca
de esta forma, tan infantil, sonriendo como un niño al que le acabas de comprar
un juguete espectacular y que podrá lucirlo frente a sus amigos, él siempre
actuaba varonil y tranquilo… era bueno verlo así.
Junte su frente con la mía y aspire si aroma tranquilamente,
él imitó mi gesto cerrando los ojos dócilmente para luego comenzar a cortar la
distancia entre nuestros labios lentamente, con todo el tiempo del mundo
después de todo ya era sábado.
Y entonces lo recordé.
- ¿desde cuando conoces a Kibum? – le pregunté y sentí como
su cuerpo se tensó.
- …sólo lo conozco desde hace un par de meses – suspiró -¿por
qué?
- me habías dicho que no lo conocías – comenté
- ¿cuando? – tartamudo un poco
- ayer, en la librería.
- Changmin – me dijo Yunho entre sorprendido y contento mientras
terminaba de darle el vuelto a la mujer frente a él – ¿me viniste a ver? –
preguntó alzando una ceja
- claro que no – le respondí mientras buscaba con la mirada a Kibum, pero
note como se mordía el labio y gira su rostro evitando que viera su expresión -
¿dónde esta Kibum? Hace un momento lo vi aquí
- ¿quién es Kibum? – fingió no conocerlo ¿qué se traía entre manos?
- Chang..Changmin hola
-ah eso… es un secreto.
- dímelo – le ordené jalando suavemente su mejilla con mis
dedos, él, increíblemente, sonría divertido a pesar del dolor.
- hace unos meses él se acercó a hablarme, fue repentino,
descubrió algo que hasta ese entonces creía que ocultaba bien y, bueno, me
ayudo con eso.
- ¿qué cosa? – indagué sintiendo de repente una puntada en
el pecho
- no quiero decírtelo
- dímelo – insistí, ¿por qué Kibum podía saberlo y yo no? -
¿qué descubrió?
- un día bastante emotivo para mi, por llamarlo de alguna
forma, conocí de vista a un chico y me enamore… - dijo con un tono que no me
gustó – desde ese entonces me dediqué a observarlo todos los días, memoricé sus
gestos, sus tics y la mayoría de sus movimientos cuidando de que nadie me
viera. Pero Kibum me descubrió, dijo que era bastante obvio y que le molestaba
verme casi todos los días.
- ¿te gustaba Kibum? – pregunté con un nudo en la garganta,
era un sensación extraña que nunca había experimentado y la odiaba.
Ya sabía que no debía haberle dado rienda suelta a mis
sentimientos, estos duelen y yo no quería más dolor.
- no – respondió, acercando su boca a mi cuello – no tengo
tan mal gusto – bromeó depositando un casto beso sobre este y yo me relaje un
poco – sólo que él compartía varias clases con esa persona y me había visto observándolo.
- ya veo… - lo solté ligeramente para poder ver mejor su
rostro - ¿cómo te ayudó?
- eso es vergonzoso – admitió inclinando un poco su cabeza
para evitar que viera su rostro – había rechazado su plan al principio, pero después
de una semana decidí llevarlo acabo.
-¿funcionó?
- yo creo que si
- ¿cuál era el plan?
- que fuera a comprar un libro a la librería – explicó y yo
sentí como el calor me inundaba, mis mejillas se ruborizaban y mi estomago
comenzó a bailar – debía actuar lo más atractivo que podía, pero cuando lo vi…
me paralice y terminé diciendo cosas que no tenía planeado, seguramente me vi
realmente tieso.
Yo sonreí al recordar esa ocasión, si había querido
impresionarme lo había logrado, para mi cada gesto y palabra hecha ese día había
sido atractiva.
- ¿crees que funcionó?
- yo… creo que si- reí abrazándolo fuertemente, tal vez no
había sido mala idea el comenzar una relación, o al menos comenzarla con él
y no con cualquier otro.
q ternuraaaaaaa me encanta como se tratan!!! yunho con su plan para q min le haga caso sin saber q min adoraba su sonrisaaaaa
ResponderEliminarcontiiiii!!!!!!!!!!!!!! :3
Ahhhhh que bello que bello! bendito seas kibum! *o* ahahah
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