Sólo quédate

- confía en mi – le había pedido mientras escuchaba como en las piezas continuas nuestros, ahora ex compañeros, empacaban sus cosas – quédate conmigo.

No estaba seguro si me había escuchado o no, yo mismo dudaba si realmente lo había dicho. Esa sensación de angustia en mi pecho me impedía pensar con claridad. Todo había pasado tan rápido.

- sólo te necesito a ti – agregué, esta vez, asegurándome de que escuchara – no me importa nada más, sólo quédate… quédate conmigo.

No sabía que estaba pasando por la cabeza de Changmin en ese momento, ni siquiera me atrevía a mirarlo, y aún así, me atrevía a pedir algo que tal vez él no quería darme: su compañía, su apoyo, su confianza,  su amistad incondicional y tal vez algo más que eso; pero tenía que intentarlo, sino me arrepentiría toda la vida pensado en cual podría haber sido su respuesta.

- por favor – susurré casi sin energías, notando como mis irritados ojos comenzaban a cerrarse gracias al cansancio – por favor – repetí sintiendo como mi cuerpo se ladeaba lentamente hasta quedar completamente apoyado en el respaldo de la cama.

Lo intenté.

Al día siguiente desperté con un gran dolor de cabeza, mirando algo confundido mi alrededor, la habitación estaba vacía en comparación a como estaba el día anterior y entonces lo recordé todo.

La pelea que habíamos tenido por culpa de la demanda, la decisión de ellos de marcharse, mi petición a Changmin… ¿dónde está Changmin? Busqué asustado algún indicio de que él aun se encontraba en el departamento. En la cama frente a mi no había nada, ni siquiera estaba desordenada.

Con algo de trabajo me levante y comencé a recorrer el departamento, cayendo en cuenta de que no habían dejado nada, ni siquiera una nota, ni siquiera un número telefónico.

- ¿Changmin? – grité, pero nadie me respondió.

Sentí como los latidos de mi corazón se aceleraban y a desesperación comenzaba a invadir mi cuerpo, sentía como cada parte de mi cuerpo perdía su fuerza y como nuevamente mis ojos comenzaban a llenarse de lágrimas que no podía ni quería controlar. No me importaba nada más, nadie más… sólo me importaba Changmin ¿dónde estaba? ¿por qué no estaba junto a mi?

Con las pocas fuerzas que me quedaban fui como pude al sillón y me deje caer sin delicadeza, tenía muchas emociones en mi cuerpo como para poder entender cada una de ellas. Me permití ser débil.

- ¿Yunho? – escuché detrás de mi - ¿qué haces levantado? Te deje en la cama creyendo que estarías demasiado cansado como para hacer algo, si hubiera sabido que te levantarías a esta hora te habría mandado a ti a comprar la pizza – hablo Changmin, como si nada hubiese pasado ayer, como si no le hubiera armado la escena más cursi y penosa - ¿puedes creer que dejaron de entregar a domicilio? – se quejó mientras colocaba la pizza sobre la pequeña mesa frente al sillón y luego se acomodaba a mi lado – al parecer yo era el único cliente que pedía que…

No lo pude evitar, simplemente me aferre con fuerza a él, sabiendo que después me arrepentiría por mostrarle ese lado patético que pase cerca de seis años ocultando, pero es que me alegraba tanto el verlo sentado a mi lado.

Changmin no se quejó, solamente se dejo hacer por unos cuantos segundos para luego apartarme suavemente.

- todo va a estar bien, Hyung – susurró a mi oído – después de todo somos la mejor couple

Yo asentí con la cabeza.

- pero no le digas a nadie que dije eso – me advirtió – sino alguna fan escribirá una de esas novelas románticas gay que no me gustan. 

 - tu fuiste el primero en leerlas

- fue por simple curiosidad, ¿sabías que siempre soy el… como era… uke? – me preguntó ofendido

- ¿y no lo serías?

- por supuesto que no – dijo seguro – después de todo ¿quién es el que estaba llorando antes que entrara?

Yo sonreí, al parecer Changmin no se había dando cuenta de lo que esas palabras implicaban.

- ¿por qué te quedaste? – pregunte cambiando mi tono de voz

- por que… todo uke necesita un seme que lo cuide – dijo bromeado – además, no hay nadie en quién confíe más que en ti… puedo poner mi carrera profesional en tus manos con los ojos cerrados – admitió sonriendo de medio

- entiendo

- y algo más que mi carrera – agregó besándome sorpresivamente.

Llevamos más de tres años juntos y aún no me canso de agradecerle en cada entrevista a Changmin lo mucho que significo que confiara en mi,  que me eligiera por sobre todo.

Mi Changminnie.