Un bar, una cafetería, una tienda de ropa, un restaurante.
Podría relatar de memoria y en orden cada uno de los locales de la manzana,
pasaba todas las mañana camino a mi oficina. Sin embargo, hoy era la primera vez
que veía a ese chico. Estaba parado al medio de la multitud con un enorme
letrero escrito a mano que decía “regalo abrazos”. Me detuve. La curiosidad por
saber si alguien aceptaría su ofrecimiento me venció. Me recargue sobre el
ventanal de un banco para observarlo.
Para mi sorpresa, bastaron solo seis minutos para que una
mujer se parara frente a él algo indecisa. El chico de los abrazos se limitó a
estirar sus brazos en dirección a ella con una sonrisa en su rostro. Repitió el
acto con las siguientes ocho personas. Probablemente él no lo sabría, pero
cuando las personas le daban la espalda después de despedirse con un tímido
gesto sus ojos brillaban de forma diferente.
Miré el piso por unos segundos, me preguntaba que llevaba a la
gente a aceptar el abrazo de un completo extraño. No lograba entenderlo. Levanté
la vista pero él ya no estaba frente a mi, lo busqué con la mirada, pero
extraño que sonase, sentía que había perdido algo. No estaba. Inconciente, di
pasos en una dirección al azar.
- maldición – murmuré.
- ¿buscas a alguien? – preguntó alguien detrás de mi, aunque
en el fondo, sin nunca antes haber oído su voz, sabía de quien se trataba.
- ¿por qué lo haría? – dije sin voltear.
- no lo sé – le escuché responder – tal vez solo quieres un
abrazo.
Le sentí rodearme con sus manos, se aseguró de aprisionar mi
brazos contra mi cuerpo en caso de que intentara zafarme pero no ni siquiera lo
intenté. Él era un desconocido, sin embargo su tacto, su tacto me era tan
familiar. Su mejilla me rozó la oreja mientras apoyaba su rostro en mi hombro,
podía sentir su respiración y oler su colonia, notaba como me atraía a su
cuerpo con firmeza.
- Yunho - dijo,
apartándose de mi unos centímetros para después jalarme de uno de mis brazos
hasta el pequeño callejón a mitad de la calle. Se paró frente a mi, permití que
su agarre me recorriera el brazos de manera suave hasta renacer esta vez en mis
manos.
- Changmin – solté al sentir temblar mi cuerpo. Sonreímos
avergonzados tratando de no reír. ¿Qué rayos estaba pasando?
Así, aún sonriendo, nos acercamos al otro. Esto sería lo más que
haría en mi vida, podía jurarlo. Apoyé mi frente sobre la suya, por alguna
razón no temía que rechazara el contacto, roce con mi nariz la suya antes de
que él juntara nuestros labios. Acarició mi nuca mientras nos besamos, yo
tocaba la piel descubierta de su cuello.
- ¿dónde estas?
- en la calle – respondí, antes de colgar el celular. Arreglé
por enésima vez mi bolso y respiré hondo. Me había escapado dos horas antes del
trabajo, podrían despedirme pero eso no importaba ahora. Quería verle de nuevo.
- ¿buscas a alguien? – dijo Yunho detrás de mi.
- ¿por qué lo haría?
Él
sonrió y mi pecho se contrajo.
- tal
vez sólo quieres un abrazo.
- no –
respondí volteando a verle.
- ¿no?
– preguntó con una ceja levantada. Yo solo me acerqué a él y le besé. No me
importaba que le diera abrazos a miles de personas en un día, mientras sólo me
besara a mi. Solo a mí.
omg, que bonito drabble <3
ResponderEliminarMe gusta cuando es así, tan sencilla y delicada la situación, y todo lo que importa son esos pequeños detalles o gestos.
Gracias por este fic. :)
oohh...me encantoooo
ResponderEliminarcorto pero precioso
gracias por compartirlo.
Owwwwwww!!!!! Mori de inmenso amor... Fue tan sustancial q vibró todo mi cuerpo ... Gracias :)
ResponderEliminarque bonito y tierno~ lo améeeeee!!!!!! gracias :D
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