"Cada año durante las festividades, su cerebro lo obligaba a recordar, le
enseñaba a sufrir por los supuestos, le demostraba que sin importar cuanto
fingiese aún no era un tema superado y que, posiblemente, nunca lo sería. Solo
bastaba con toparse con un chico que tuviera su nombre para que todo se
derrumbase de nuevo. "
* Se comenzó a publicar el día que Yunho entró al ejercito - escribe tratando de no llorar -.
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