Estamos acostumbrados a las historias de amor con encuentros románticos, desarrollos casi sacados de sueños y finales perfectos; nadie parece notar que todas las historias de amor son perfectas, porque cuando es amor todo es perfecto. La gente olvida que cada paso y acción que das te lleva a una persona en particular, a veces sólo para verla una vez sin siquiera conocer su nombre, en otras ocasiones, esta persona puede llegar a convertirse en el centro de tú vida.
¿Que haría si supieras que has estado visitándolo casi a diario sin darte cuenta?
Lo bueno del amor es que llega cuando ya no lo esperas, cuando ya encontraste a otra persona, cuando crees que ya no lo necesitas; de vez en cuando aparece en lugares tan absurdos como un ascensor o... una cafetería.
N/A: solamente se narra lo que ocurre en la cafetería, y con el dueño de esta.
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